El pescado de Tailandia tiene demanda en todo el mundo, tanto en el país vecino Laos, como en Europa. La empresa familiar Udompattana Samutsakhon, situada en las proximidades de Bangkok, proporciona un abastecimiento fiable.
Centrados en el pescado, y en el Actros.
El sol de la mañana brilla con tanta fuerza que el complejo de templos con el Buda dorado de la otra orilla del río Tha Chin solo se ve de forma tenue. Al igual que el cúter que se dirige hacia el muro del muelle. Entonces, todo ocurre rápidamente: el barco de madera amarra, un hombre con sombrero de camuflaje coloca un varillaje en la borda para descender al pavimento de hormigón, y la primera cesta de plástico resbala por la rampa. Dentro hay pescado fresco del golfo de Tailandia, en el que desemboca el río unos kilómetros más al sur.
«La pesca es una de las fuentes de ingresos principales aquí desde hace generaciones», cuenta Thongchai Suwanchai. «Aquí» es la provincia tailandesa de Samut Sakhon, próxima a Bangkok. Poco menos de media hora después, siete cúteres han descargado su captura de la noche en la lonja de Samut Sakhon.
Bajo la protección de un techo de chapa ondulada, el pescado se distribuye en cestas de diferentes colores. Camionetas y furgonetas se aglomeran ruidosas para entregar algo de carga a los restaurantes o mercados próximos. No obstante, una gran parte está destinada a la exportación; Tailandia es una de las mayores naciones exportadoras de pescado y marisco. Por ello, los primeros destinos de la mercancía son las plantas de procesamiento de la capital de provincia.
«En nuestra provincia, la pesca es una de las principales fuentes de ingresos desde hace generaciones.»
La pesca también es importante para Thongchai Suwanchai –apodado «Top»–. Este empresario suele intervenir en la cadena de suministro después de que las plantas de procesamiento hayan congelado la mercancía, desde el atún hasta el mero, o la hayan porcionado en latas. Entonces, «Top» gestiona el transporte subsiguiente, casi siempre por encargo de los exportadores: en su papel de gerente de Udompattana Samutsakhon, el mayor transportista de la provincia, con una flota de 120 camiones.
«Muchas entregas van al puerto de Bangkok en contenedores frigoríficos», explica Top. O a Laem Chabang, el mayor puerto de Tailandia, más al sureste, en el Golfo de Tailandia. «Desde ambas ciudades, la mercancía se exporta a Oriente próximo, Europa o incluso a EE. UU.» A esto se suman los compradores del país vecino Laos. Los camioneros llegan a su capital, Vientiane, tras recorrer unos 700 kilómetros en dirección norte.
«El nombre Mercedes‑Benz se asocia en Tailandia con un efecto «Wow».»
Desde su fundación en 1991, la empresa Udompattana Samutsakhon no ha parado de evolucionar. La parte del nombre «pattana», que puede traducirse como «desarrollo», forma parte del programa. Un cambio importante de rumbo fue la adquisición de ocho Actros «Nos decidimos por estos vehículos por la fiabilidad, el excelente rendimiento y el bajo consumo. Se comportan de manera excelente», cuenta Top. Los camiones tienen la configuración 3344 habitual en Tailandia, con dos ejes propulsores. Se utilizan para los traslados a los puertos y en largas distancias.
El Actros como buque insignia.
Los camiones también son buque insignia: «El nombre Mercedes‑Benz se asocia en Tailandia con un efecto “Wow”», afirma este empresario, cuyos conductores también transportan bebidas y cemento y acero, además del pescado y otros alimentos congelados. «Los conductores están especialmente orgullosos de los camiones».
Udompattana tiene otros dos pilares. Ambos se desarrollan en un complejo de almacenes junto a las instalaciones del transportista. Top levanta la puerta de seguridad. Con temperaturas ligeramente superiores a los cero grados, las carretillas elevadoras con palés y cajas de rejilla llenas de atún suben a toda velocidad a los muelles de carga, mientras las órdenes se gritan por los walkie‑talkies.
«Ofrecemos un gran número de servicios logísticos a este sector». Además de la manipulación, también está la congelación y el almacenamiento de mercancía. El tercer pilar puede verse en un espacio abierto cubierto. Allí, los empleados salan medusas de las aguas del sur de Tailandia y de la vecina Myanmar, principalmente para exportarlas a Japón y China.
Udompattana es una empresa familiar; la parte del nombre «udom» hace referencia al abuelo de Top. En realidad, la empresa la fundó su tío que, a día de hoy, forma parte del comité directivo. La prima de Top completa el gremio. Al menos en los días en los que no ejerce su profesión de dentista. ¡Toda una multitarea! Algo que también domina Top. «En una empresa como la nuestra, es inevitable tenerse que ocupar de todo tipo de cosas». Según lo dice, se sube a su ciclomotor. Tiene una reunión con los conductores.
Fotos: Alexander Tempel