El vuelo de un helicóptero sale caro. Muy caro. Por ello, a la hora de calcular los costes, sale rentable un traslado en camión. Precisamente para eso ha desarrollado Airglaze Aviation el Heli‑Shuttle sobre la base del Actros.
Mejor por carretera.
El calor se deja ver sobre el asfalto de la pista del aeropuerto de Kassel. Muy despacio, el H225 «Super Puma» se pone en movimiento. Las condiciones de vuelo son favorables; si es que se fuera a volar. Pero en su viaje, el helicóptero de Airbus no se va a elevar ni un metro del suelo. En lugar de eso, se desplaza apenas unos decímetros sobre el suelo. Graham Clarkson está empujándolo con su pickup sobre la superficie de carga de un camión especial de plataforma baja.
Clarkson es el gerente de la empresa Airglaze Aviation de Heinsberg, en la región alemana de Renania del Norte‑Westfalia. La actividad principal de esta empresa son las pinturas para helicópteros y los recubrimientos de protección UV para la pintura y las lunas de la cabina. El único «pero» es que de algún modo tienen que llegar los helicópteros hasta Heinsberg. «Como los minutos de vuelo son increíblemente caros, es más barato que los helicópteros lleguen hasta el taller de servicio posventa o de pintura por carretera en lugar de volando», afirma Clarkson.
Y dado que organizar el transporte por carretera con empresas de transporte externas y empresas de grúas llevaba mucho tiempo y no era fiable, el fundador de la empresa, Graham Clarkson, y su hijo, que ostenta el mismo nombre, se hicieron cargo del transporte de los helicópteros ellos mismos. «No queríamos depender de empresas externas», explica el escocés.
Una idea valiente con mucho éxito.
Para la construcción, el ingeniero diseñó hace años un remolque de plataforma baja con rampas de subida, lo suficientemente ancho para poder cargar incluso helicópteros grandes con tren de rodaje. «Lo importante era que no se necesitaba grúa para cargarlo», comenta Clarkson. Con este boceto acudió entonces a una feria de aeronáutica. «El interés fue asombroso. Volvimos con libros de pedidos llenos, y eso que el semirremolque ni siquiera estaba listo», recuerda el empresario. A comienzos de 2018, el primer «Heli‑Shuttle» de Airglaze Aviation, remolcado por un Actros 1848 con cabina GigaSpace, inició los transportes en toda Europa.
20
metros es la longitud de un Airbus «Super Puma» H225.
«Lo importante era que no se necesitaba grúa para cargarlo.»
Conductor del Heli‑Shuttle desde el minuto uno: Ingo Graul. Graul ya tenía mucha experiencia previa con mercancías valiosas. Trabajó durante años en el transporte de yates, por lo que estaba familiarizado con los clientes exigentes y las cargas caras. Y si hablamos de helicópteros, el transporte sube de precio de manera vertiginosa. Ya sean argollas de sujeción, chapas de protección o sensores para un equipo de medición: cualquier daño se puede traducir rápidamente en una factura de cinco dígitos en euros.
Graul recoge y lleva helicópteros de Noruega o Hungría hasta Gibraltar. Viaja con frecuencia a las sedes de Airbus Helicopters en Rumanía, Francia y Alemania. También suele hacer transportes «aircraft on ground» por encargo del servicio de salvamento aéreo alemán. Su trabajo en este caso consiste en conseguir que los helicópteros averiados vuelvan a estar operativos en el menor tiempo posible. «Si tuviéramos que pedir que enviaran una grúa para un helicóptero del servicio de salvamento aéreo al lugar de recogida, llevaría muchísimo tiempo», dice el conductor. También recibe encargos para helicópteros de diferentes cuerpos de policía en Alemania e Inglaterra.
La capacidad de carga se extiende hasta el H225 de la familia «Super Puma» de Airbus Helicopters. Uno como el que Graham Clarkson está preparando ahora para el transporte en Kassel. Después de un reacondicionamiento técnico completo en Airbus, el recién pintado «Super Puma» está listo para la exportación. La cabeza del rotor y las palas del rotor están desmontadas para el transporte.
Todas las cosas buenas vienen de tres en tres.
El primer Heli‑Shuttle ha transportado ya cientos de helicópteros. «La demanda es extremadamente alta, por eso adquirimos un segundo Shuttle poco después del primero», explica Clarkson. Y para constatar dicha afirmación suena el teléfono móvil con una nueva consulta. No es de extrañar, pues, que recientemente se haya ampliado la flota con un tercer Heli‑Shuttle.
«El viaje de hoy me llevará hasta Bremerhaven, y luego estaré por el norte de Noruega», comenta Graul. Tiene por delante unos 430 kilómetros. El helicóptero continuará su viaje dos días más tarde desde el puerto internacional de Bremerhaven; y una vez más no lo hará por aire, sino en un buque mercante hasta la ciudad china de Shanghái.
Fotos: Sebastian Vollmert
Video: Martin Schneider‑Lau